, es una película con la que te desternillas de risa. No tiene las típicas y revenidas gracietas que ya apestan a usadas, no, este humor es diferente. Siempre feliz recurre al humor negro basándose en su esperpéntica historia. Esa es otra, puede que esa historia sea rara y demás, pero es probable y apuesto a que ha ocurrido en más de una ocasión. En lo referente al humor negro del que hablaba, creo que es lo que le pone el toque de sal y pimienta a Siempre feliz, pues en ocasiones las bocas de los protagonistas disparan tales burradas, que es difícil no incomodarse en la sala. Yo tengo que decir que me reí bastante, pese a que quizás no era lo apropiado. Pero bueno últimamente la sátira en el cine está de moda y con estos tiempos que corren no está tampoco mal el reírse de uno mismo o de lo ajeno. Dirige Anne Sewitsky, que hace de Siempre feliz su ópera prima. Mi opinión es que para empezar no está nada mal. Ha sabido distribuir bien el humor y las “sorpresas”, dosificándolas por todo el metraje.